
ALBACETE, 25 de septiembre.
La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha llevado a cabo una jornada significativa en el Salón de Actos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Asociación Profesional para la Magistratura (APM). Este evento, titulado 'Responsabilidad y ética empresarial en la era del cambio: medio ambiente, empresa e inteligencia artificial', ha contado con la participación digna de destacar de figuras institucionales como la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Pilar Astray, el rector de la UCLM, José Julián Garde, y el presidente de la APM en la región, Ricardo Gallego.
Durante la jornada, los participantes enfatizaron la urgencia de fortalecer la colaboración entre el sector empresarial, la administración pública y el sistema judicial para abordar los desafíos de sostenibilidad y gobernanza que surgen de la digitalización y la transformación tecnológica.
En la primera mesa redonda, enfocada en la normativa y la responsabilidad social en la protección de las aves, juristas y expertos del ámbito técnico subrayaron la necesidad de implementar planes concretos que garanticen la conservación de la avifauna en el marco de proyectos industriales, particularmente aquellos relacionados con la creación de líneas eléctricas y la generación de energía.
El análisis del marco normativo abordó la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, enfatizando la importancia de la claridad jurídica y la valoración de la tipicidad y culpabilidad en el contexto de la responsabilidad ambiental. Se explicó que no se trata de una responsabilidad objetiva, sino que es fundamental evaluar cada caso de manera individual en relación con las acciones de las empresas eléctricas y su cumplimiento con la normativa vigente, así como la existencia de requerimientos administrativos específicos.
En esta discusión, Jesús Carrasco Naranjo, gestor de proyectos de biodiversidad en Iberdrola, destacó la relevancia de integrar políticas específicas de biodiversidad en la estrategia empresarial. Detalló cómo el grupo Iberdrola ha adoptado protocolos que van más allá de los mínimos legales para llevar a cabo acciones de conservación, implementando prácticas innovadoras orientadas a minimizar el impacto ambiental de sus infraestructuras y proyectos renovables.
La última mesa se centró en los dilemas éticos y ambientales que plantea la inteligencia artificial, abordando temas como su alto consumo energético, el efecto sobre la red eléctrica, y la necesidad de establecer marcos normativos en Europa para asegurar la transparencia, equidad y la protección de la información personal.
El profesor Joaquín Rodríguez Pascual habló sobre la esencial inversión en infraestructuras eléctricas frente al aumento en el uso de la inteligencia artificial. Subrayó que, aunque el interés por fuentes de energía renovable está en aumento, es crucial considerar el papel de la energía nuclear en la estabilidad del sistema energético.
La energía nuclear fue presentada como un componente vital en la transición energética, respaldada por la inteligencia artificial, con una mención particular al concepto de 'IA nuclear', que podría revolucionar el sector enfocándose en eficiencia, sostenibilidad y seguridad. En este contexto, se argumentó que el cierre de plantas nucleares no sería una decisión lógica.
Finalmente, todos los intervinientes coincidieron en la necesidad imperiosa de una colaboración dinámica entre los sectores público y privado en la formulación de políticas y gobernanza relacionada con la inteligencia artificial, con el fin de asegurar que se desarrolle de manera ética, sostenible y centrada en el ser humano.
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