
TOLEDO, 12 de septiembre. La emblemática producción ‘En Compañía’, transmitida por Castilla-La Mancha Media, ha inaugurado una nueva temporada que coincide con la celebración de su décimo aniversario, que se conmemorará el 30 de mayo del próximo año. Este arranque viene acompañado de un reconocimiento especial: el premio FestVal al mejor programa en una televisión autonómica.
En el transcurso de esta década, han sucedido innumerables eventos significativos, incluyendo la evolución personal del presentador Ramón García, quien reflexiona sobre el momento en que Juan y Medio le extendió la invitación para liderar este espacio dedicado a la sobremesa en la televisión regional.
“Al contemplar a Juan, pensé en lo complicado que sería sentarme a hablar con alguien común y desentrañar sus emociones. No me veían como un comunicador de este estilo, dado que mi experiencia previa envolvía entrevistas a figuras políticas y literarias. De repente, tenía que entablar una conversación con personas venidas de pequeños pueblos que jamás habían estado ante una cámara”, rememora.
Al asumir este “interesante desafío”, García evoca su primer programa, realizado el 30 de mayo de 2016, justo antes del festivo de Castilla-La Mancha. Sin previo aviso, se encontró solo en el set de grabación. “Pensé que quizás habíamos fracasado tan estrepitosamente que nadie había venido”, confiesa con humor.
Desde ese día, la historia de ‘En Compañía’ ha continuado su recorrido, avizorando la próxima celebración de 2026 con cerca de 2,500 emisiones en vivo. Este viaje ha estado marcado por adversidades como la neumonía Filomena, la pandemia del coronavirus y varios desastres naturales, “tiempos verdaderamente difíciles” que han puesto a prueba la resiliencia del programa.
García destaca la magia de conectar con los invitados que comparten su tiempo en el plató, resaltando una distinción significativa con el tipo de entrevistas que realizaba cuando su contrincante era un político en el set.
Recordando su primer episodio, admite que al principio se limitó a “aplicar las enseñanzas” que había absorbido de Juan y Medio en Canal Sur, pero siempre con su toque personal. La recepción positiva del debut le abrió las puertas a un camino donde se percató de la ventaja que suponía su reconocimiento público. “El primer consejo de Juan fue claro: ‘La audiencia confiará en ti. Aunque tú no los conozcas, ellos ya te conocen y están aquí para hablar contigo’”, menciona García.
Confiesa que a lo largo de su trayectoria también ha crecido personal y profesionalmente junto al programa, que ha sabido adaptarse a cambios y a las necesidades de la sociedad. En sus inicios, el público era principalmente de la tercera edad, pero con el tiempo, más jóvenes comenzaron a participar, mostrando que la soledad no deseada es un sufrimiento que trasciende las edades.
El poder de ‘En Compañía’, sostiene García, radica no solo en los relatos de los invitados, sino en la identificación que los espectadores logran sentir con sus vivencias. “Esta producción late con la esencia de personas comunes, y eso es lo que le da vida”, enfatiza, subrayando la importancia de estos testimonios que resuenan con quienes los reciben al otro lado de la pantalla.
La conexión que los espectadores establecen con las historias de los participantes logra derribar barreras generacionales. García menciona cómo muchas narrativas de mujeres mayores que han hablado sobre situaciones de maltrato han permitido a otras alzar la voz y compartir sus experiencias. “Cuando una mujer cuenta su historia, está revelando solo la punta del iceberg de un problema social que ha sido silenciado durante demasiado tiempo”, explica.
García también resalta que, al dar voz a estas mujeres, se ha generado un efecto dominó que ha alentado a otras a compartir sus propias historias de maltrato, reflejando cómo la lucha por la libertad ha llegado tarde a muchas, pero finalmente les ha alcanzado.
Por todo esto, ‘En Compañía’ se presenta como más que un simple programa televisivo. Se trata de un espacio que no solo busca erradicar la soledad, sino también desafiar tabúes históricos, incluyendo el de la sexualidad. “Hay mujeres que, después de años de matrimonio sin amor, se atreven a redescubrirse a sí mismas en sus ochenta”, dice García.
Con esta visión, el presentador tiene la certeza de que ‘En Compañía’ trascenderá su propia figura y seguirá siendo una necesidad en el futuro. Aporta que programas de esta índole continuarán en aumento debido al creciente aislamiento social que se experimenta en la actualidad.
Horas antes de recibir el premio FestVal en Vitoria, uno de los primeros reconocimientos para espacios de televisión autonómica, Ramón García se muestras orgulloso: “Es un tributo al esfuerzo de todo un equipo, un trabajo arduo de tres horas en directo diariamente”, señala.
Destacando la entrega del personal que lo acompaña, García expresa su aprecio por su compañera de plató, Gloria Santoro. “Desde el primer minuto, hubo una conexión. Nos reímos, disfrutamos el momento, y eso se refleja en la pantalla”, asegura.
Con un profundo sentido de camaradería, concluye hablando de su vínculo con Santoro, destacando que es con quien más compenetrado se siente en el set. “Es una conexión especial, incluso más allá de la que tenía con Ana Obregón. Gloria tiene un talento innato que disfruto y aprecio en cada emisión”, da a entender García.
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