
TOLEDO, 18 de agosto. En un firme paso hacia la protección de la infancia, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha reafirmado su preferencia por el acogimiento familiar, considerándolo esencial frente al acogimiento residencial para los menores tutelados por la Administración. Esta iniciativa refleja un compromiso sólido y continuo en el bienestar de los niños y adolescentes de la región.
Los últimos datos demuestran un cambio positivo, con 669 menores que ahora crecen en el amor y el apoyo de familias acogedoras, superando a los 520 que permanecen en centros residenciales. Este incremento resalta una tendencia hacia entornos familiares que favorecen el crecimiento emocional y personal de los más jóvenes.
Entre los acogidos, 339 menores están bajo la modalidad de familia extensa, donde familiares asumen el cuidado ahora que los padres no pueden, mientras que 330 se encuentran en familias ajenas. Inmaculada Tello, directora general de Infancia y Familia, destacó esta información en un encuentro reciente con familias de acogida y adopción, enfatizando la importancia de priorizar siempre el bienestar del menor en estas decisiones.
Este avance no se habría logrado sin el apoyo del tercer sector, representado por organizaciones como la Asociación de Familias de Acogida de Castilla-La Mancha (Asofacam). Para respaldar este esfuerzo, el Gobierno regional ha duplicado su inversión en el programa de acogimiento familiar, destinando 1,36 millones de euros en el último año, lo que refleja un compromiso financiero sólido hacia el bienestar de la infancia.
El modelo de acogimiento familiar sobrepasa la mera asignación de un lugar donde vivir, ofreciendo un entorno enriquecido que fomenta el desarrollo emocional de los menores. "Acoger transforma vidas", afirmó Tello, resaltando que cada familia que abre sus puertas brinda nuevas oportunidades para el futuro de un niño o niña.
El encuentro sirvió también para compartir historias inspiradoras, como la de dos hermanas que, tras periodos de acogida separados, pudieron ser adoptadas juntas gracias a la efectiva coordinación del sistema. Este ejemplo destaca el objetivo de Castilla-La Mancha: ayudar a los menores a mantener sus lazos afectivos y garantizar su estabilidad emocional.
De cara al futuro, el Ejecutivo autonómico se compromete a seguir fomentando el acogimiento familiar mediante campañas de sensibilización y apoyo, invitando a más hogares a sumarse a esta noble causa. "Hacemos un llamado a la sociedad castellanomanchega para que den un paso adelante y consideren convertirse en familias de acogida; es una experiencia que transforma vidas", enfatizó Tello.
La directora general también instó a las familias interesadas a acercarse y conocer más sobre el proceso de acogimiento y adopción, contactando con Asofacam o las delegaciones provinciales de Bienestar Social. "Nuestro equipo estará encantado de atender a quienes deseen informarse", aseguró.
Además, subrayó la importancia de reducir los tiempos de espera para la asignación de menores, de modo que cada niño o niña tenga la oportunidad de encontrar lo antes posible un hogar estable y afectuoso. Para ello, también es fundamental garantizar que las familias se ajusten a las necesidades particulares de cada menor, asegurando siempre su bienestar y desarrollo.
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