
El alcalde de Malagón, Luis Carlos Segura, junto a sus tres compañeros del partido independiente 'Somos Malagón', ha decidido renunciar a sus cargos de concejales en una sesión extraordinaria, justo cuando se aproxima el debate sobre una moción de censura impulsada por el Partido Popular. Esta movida parece ser un intento de frenar dicha moción, que pudiera cambiar el rumbo político del municipio.
Con estas dimisiones, que se suman a la salida previa de las únicas dos concejalas del PSOE, la corporación municipal ha quedado reducida a solo siete concejales de los trece que la componen legalmente. Esto crea un panorama en el que el futuro inmediato de Malagón dependerá únicamente de un concejal, Jesús Domínguez, quien una vez fue parte del PSOE y cuya firma permitió que se formalizara la moción de censura.
Solo asistirán a la votación los seis concejales del PP y el propio Jesús Domínguez, lo que plantea una situación crítica: si todos ellos votan a favor, el candidato del Partido Popular, Adrián Fernández, podría ser nombrado alcalde. En cambio, si Domínguez decide abstenerse o votar en contra, el intento del PP de retomar el control del gobierno municipal fracasaría.
Los representantes de 'Somos Malagón' han manifestado que su decisión de abandonar el Ayuntamiento busca abrir un espacio para una alternativa de gobierno más progresista, liderada por el PSOE. Con su salida, sostienen, se elimina el principal obstáculo para fomentar el entendimiento entre ambos grupos políticos.
De acuerdo a su postura, han señalado que fueron los exconcejales socialistas quienes expresaron su negativa a trabajar con ellos, lo que les llevó a esta decisión que, argumentan, podría facilitar al PSOE formar un nuevo gobierno con mayoría absoluta. Además, ofrecen a los socialistas la oportunidad de promover nuevos concejales que ocupen las plazas vacantes, ya sea a través de sus propias listas o con otros propuestos por el PSOE.
La formación 'Somos Malagón' considera que la dimisión en bloque de sus concejales es un acto de responsabilidad y sacrificio político, buscando desvincularse de cualquier obstáculo que impida la gobernabilidad del municipio. Insisten en que la moción de censura ha perdido validez, dado que no queda ningún alcalde a quien censurar, convirtiéndola en un ejercicio vacío de significado.
Los exconcejales hacen un llamamiento directo a Jesús Domínguez, enfatizando que su decisión sobre cómo votar será crucial para el futuro del Ayuntamiento: o bien entrega el control al Partido Popular o, al abstenerse o votar en contra, abre las puertas a un gobierno socialista con mayoría.
Desde las elecciones municipales de 2023, Malagón venía siendo gobernado por una coalición entre Somos Malagón y el PSOE. Este acuerdo había sido concebido con la intención de que, tras un tronco de legislatura, el PSOE asumiera la alcaldía. Sin embargo, las crecientes tensiones llevaron a una ruptura del pacto, lo que ha desencadenado la actual crisis política en el municipio.
Los concejales de 'Somos Malagón' han denunciado que esa ruptura fue consecuencia de lo que ellos percibieron como deslealtades y faltas de compromiso por parte de sus socios socialistas, quienes, según ellos, priorizaron sus intereses de partido por encima de lo que consideraban el bienestar del pueblo.
Posteriormente, 'Somos Malagón' continuó su gestión en solitario, asumiendo competencias que antes estaban en manos de los ediles socialistas, lo que ha abierto una serie de interrogantes sobre el futuro político de Malagón y la posibilidad de inversión de poder en el municipio.
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