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Sentencian a 38 años de cárcel al hombre que asesinó a su hermano y a otro en Las Seiscientas, Albacete.

Sentencian a 38 años de cárcel al hombre que asesinó a su hermano y a otro en Las Seiscientas, Albacete.

ALBACETE, 16 de junio. En un impactante caso que ha sacudido a la comunidad local, un hombre ha sido sentenciado a un total de 38 años y seis meses de prisión por el homicidio de dos personas en el barrio de Las Seiscientas durante julio de 2023.

De acuerdo con lo dictado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, publicadas por Europa Press, el acusado, J.F.F., originario de Almansa y nacido en 1973, ha recibido una pena de 13 años por el asesinato de su propio hermano, A.F.F. La corte ha calificado este acto como un claro ejemplo de desprecio por la vida, evidenciando la gravedad de una situación que terminó en tragedia familiar.

La sentencia también contempla una condena de siete años por intento de homicidio contra J.F.S., miembro de una familia rival y padre de una de las víctimas. Se ha hecho hincapié en que J.F.F. fue el único involucrado en portar un arma durante el altercado, lo que generó un grave desequilibrio en lo que debería haber sido una confrontación entre iguales.

La pena más severa, de 18 años, ha recaído por el asesinato de A.F.G. Este aspecto se ha visto agravado por la alevosía del crimen, ya que el fallecido se encontraba indefenso en el suelo cuando fue alcanzado por un disparo en la cabeza. Además, se le han sumado seis meses por la tenencia ilegal de armas.

En el marco de la sentencia, J.F.F. ha sido obligado a indemnizar con un total de 300.000 euros a los familiares de las víctimas y recibir una orden de alejamiento que prohíbe cualquier tipo de comunicación con ellos durante un periodo de 15 años.

El tribunal, que en un juicio celebrado el pasado 3 de junio declaró a J.F.F. culpable de los delitos ocurridos el 21 de julio de 2023, ha dejado claro que el acusado cargó con una pistola y se presentó junto a familiares en la vivienda de otra familia con la que habían tenido una disputa reciente.

Una vez allí, se produjo un forcejeo en el que J.F.F. utilizó su arma, disparando en medio de la pelea y causando la muerte de su hermano y de un miembro de la familia rival. En un acto deliberado, remató al rival herido con un disparo fatal en la cabeza. A lo largo de este caos, el padre de una de las víctimas también resultó herido en la mano, pero logró desarmar a J.F.F. justo cuando su arma se encasquilló, lo que permitió que el acusado huyera, llevándose consigo el arma con la que cometió el crimen.

La defensa argumentó que la pistola nunca fue encontrada y que fue un miembro de la familia rival quien la desenfundó, además de insinuar que parte de los disparos fueron realizados por ellos. Sin embargo, estas afirmaciones fueron desestimadas por el jurado, quienes se basaron en pruebas periciales, testimonios y grabaciones telefónicas intervenidas por la policía para llegar a su veredicto.