CIUDAD REAL, 4 de septiembre.

En un giro inesperado en la política local, Luis Alberto Marín, actual diputado provincial, ha decidido dar un paso al lado al anunciar su dimisión como vicepresidente quinto de la Diputación de Ciudad Real. Su renuncia se extiende a su cargo de diputado provincial y, en breve, también dejará su puesto como concejal en el Ayuntamiento de Ciudad Real.

Durante una emotiva rueda de prensa, Marín explicó que tomar esta decisión no fue sencillo ni impulsivo. Resaltó que su separación de la política activa no significa alejarse de su partido, Vox. "No abandono mi partido", aseguró, enfatizando su intención de permanecer dentro de la estructura del partido, aunque fuera de las posiciones de poder.

La dimisión se comprende a partir de un “conjunto de circunstancias”, resaltando la ruptura del acuerdo político entre el PP y Vox como el motivo principal. Para Marín, la coherencia y la responsabilidad política le exigen mantener una integridad que considera comprometida tras la disolución de dicho pacto.

El diputado también mencionó que, de haber previsto esta situación antes de asumir su cargo provincial, no habría aceptado esa responsabilidad. La dualidad de su rol en diferentes instituciones se ha vuelto insostenible, ya que siente que su mensaje y principios no deben alterarse dependiendo de la posición que ocupe.

Sumándose a estos desafíos políticos, Marín ha tenido que enfrentar la dificultad de equilibrar su carrera como traumatólogo y la reciente llegada de su paternidad, lo que ha intensificado el conflicto entre su vida profesional y familiar.

“Me he convensido erróneamente de que podía manejar ambas cosas, pero el desgaste emocional y físico ha llegado a un punto en que ya no soy el mismo”, confesó, dando a entender que la presión acumulada lo llevó a la conclusión de que era necesario un cambio.

En este escenario, el cansancio y el sentimiento de responsabilidad hacia la ciudadanía han pesado en su decisión de decir “basta” a su carrera política activa.

Al ser interrogado sobre si su renuncia se debe a discrepancias específicas dentro de Vox, Marín confirmó que la ruptura del pacto fue crucial en su meditación, señalando que su ética personal no le permite modificar su discurso según las exigencias del cargo.

Desestimando rumores sobre fricciones dentro de su partido, declaró que las diferencias son algo normal y saludable en cualquier organización, señalando que pueden contribuir al crecimiento político.

A pesar de su renuncia, se comprometió a mantener su afiliación al partido y dejó claro que la decisión sobre su sucesor recae en la estructura organizativa de Vox. También admitió que su salida no es bien recibida por la formación, que preferiría que permaneciera en el cargo.

Marín se despidió agradeciendo a sus compañeros de Vox en la Diputación, así como a los concejales de varios partidos, trabajadores e incluso a los medios de comunicación, recordando que su breve tiempo en el servicio público ha dejado una huella imborrable en su vida.

En respuesta a esta dimisión, Ricardo Chamorro, diputado nacional de Vox, comentó que aunque no están contentos con la salida de Marín, deben respetar su decisión. "Desde el primer momento, hemos decidido no poner ningún obstáculo en su camino", aseguró.

Respecto a la elección de su sucesor, se han mencionado nombres como Regino Pérez e Iván Mora, aunque no se ha tomado una decisión definitiva a la espera de la formalización de la renuncia. "Ya veremos qué ocurre”, concluyó Chamorro.

En relación a la ruptura del pacto de gobierno entre el PP y Vox, que ha sido fundamental en la renuncia de Marín, Chamorro reafirmó que Vox ha estado abierto a mantener acuerdos que brinden estabilidad tanto al Ayuntamiento como a otras instituciones en la provincia.

Finalmente, hizo un llamado a los medios para que se enfoquen en las actividades de Vox más allá de situaciones puntuales que, según él, son “desagradables”.