La catedral de Sigüenza será escenario de la ceremonia final para la beatificación del obispo Eustaquio Nieto este sábado.

GUADALAJARA, 23 de julio (EUROPA PRESS) - Este sábado 26 de julio, la catedral de Sigüenza se convertirá en el escenario de un importante acto religioso: la clausura diocesana de la causa de beatificación del obispo Eustaquio Nieto Martín y 45 personas más, a quienes se les considera mártires de la fe por su trágico final en el período de 1936 a 1939. Estos hombres y mujeres fueron asesinados en Guadalajara en el contexto de la brutal persecución religiosa que se desató durante la Guerra Civil española, de acuerdo con información proporcionada por la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
La misa de acción de gracias dará comienzo a las 11.00 horas en la capilla mayor de la catedral y será encabezada por el obispo Julián Ruiz Martorell. Posteriormente, se formalizará la clausura de la causa con una presentación que realizará el equipo de la Delegación Diocesana para las Causas de los Santos, con quienes se inició este intenso proceso de investigación el 9 de diciembre de 2003 en la provincia eclesiástica de Toledo.
Una vez finalizada esta etapa, la documentación será enviada a la Santa Sede, donde el Dicasterio para las Causas de los Santos evaluará cómo proceder de acuerdo a los protocolos establecidos. Eustaquio Nieto Martín, nacido el 12 de marzo de 1866 en Zamora, fue el primer obispo de Sigüenza que padeció el martirio durante la Guerra Civil, falleciendo el 27 de julio de 1936 en Estriégana, víctima de la intolerancia religiosa de la época.
La diócesis ha destacado en un comunicado que Monseñor Eustaquio es recordado por su vida de profunda oración, su cercanía pastoral y su firme defensa de la fe y la institución eclesiástica. Arrestado y ejecutado al inicio del conflicto armando, su memoria vive junto a la de otros sacerdotes y laicos que compartieron su destino como mártires. Eustaquio completó sus estudios en Zamora y Toledo, obteniendo un doctorado en Teología y una licenciatura en Derecho Canónico, antes de convertirse en sacerdote en Madrid, donde fundó la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Goya.
Los restos del obispo fueron inicialmente enterrados en la ermita de San Roque, en Alcolea del Pinar, y más tarde, en 1946, trasladados a la catedral de Sigüenza, donde descansan en la capilla de la Inmaculada o de la Anunciación.
En los meses previos a esta ceremonia, el tribunal diocesano ha llevado a cabo una investigación meticulosa, recopilando un amplio rango de testimonios, documentos y evidencias que respaldan la vida ejemplar y el martirio de estas personas. Esta ceremonia servirá como el cierre de esta etapa antes de que la documentación sea sellada y enviada a la Santa Sede, donde dará inicio la fase romana del proceso de beatificación.
Promovida por la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, esta causa busca el reconocimiento oficial del sacrificio de estos fieles, cuyo legado es visto como un ejemplo de fe, caridad y esperanza que resuena en la Iglesia universal. Se invita a todos los fieles a unirse a la celebración y a elevar sus oraciones para que la causa concluya satisfactoriamente, con la esperanza de que estos mártires sean prontamente reconocidos como beatos y ejemplos vivos de vida cristiana.
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