Instituto Navarro de Memoria exhorta a localizar a los seres queridos de Félix Manzanares, joven represaliado a los 27 años en Horcajo de Santiago.

El Instituto Navarro de la Memoria ha lanzado un importante llamado a la comunidad para ayudar en la búsqueda de fosas comunes y para localizar a familiares de víctimas que podrían proporcionar muestras genéticas que faciliten nuevas identificaciones. Este esfuerzo tiene como objetivo arrojar luz sobre la triste historia de aquellos que fueron represaliados durante la Guerra Civil Española.
En particular, la institución se encuentra en la búsqueda de parientes de varios presos exhumados en Berriozar, cuyas identidades aún no han sido confirmadas debido a la falta de contacto con sus familiares. Entre los nombres destacados se encuentran Joaquín Abellán Cerezo, de Jumilla, José Pedro Cantero Tejada de Badolatosa, y varios otros jóvenes de distintas localidades que perdieron sus vidas en circunstancias trágicas.
Las personas que posean información relevante sobre estos individuos, que conozcan locaciones de enterramientos o que deseen compartir sus relatos familiares, están invitadas a comunicarse con el Instituto Navarro de la Memoria a través del correo electrónico específico que han habilitado.
Este llamado coincide con la emotiva entrega de los restos de Ignacio Francisco Caneda Deza a sus familiares en Berriozar. Ignacio fue un joven anarquista, fusilado tras un intento fallido de fuga durante su prisión en el Fuerte de San Cristóbal, donde estuvo encarcelado por su activismo político desde 1936.
En una ceremonia celebrada en la plaza del Pueblo Viejo de Berriozar, a la que asistió Ana Ollo, vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra, se recordó que Ignacio fue enterrado junto a otros compañeros en el cementerio local tras ser ejecutado en noviembre de 1936. La historia de Ignacio, que tuvo su origen en Estados Unidos y se trasladó a Galicia, ilustra la complejidad de las vidas afectadas por la represión franquista.
En un proceso apoyado por la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal y el equipo técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se llevó a cabo la exhumación de la fosa donde se encontraban sus restos. Este esfuerzo por la memoria y la justicia ha atraído la atención de representantes del Parlamento de Navarra, autoridades locales y familiares ansiosos por cerrar un capítulo de dolor que ha permanecido abierto durante décadas.
Rosa González, sobrina nieta de Ignacio, expresó su profundo agradecimiento a todos los que han contribuido a la identificación de su tío, destacando la importancia de la memoria colectiva y el dolor que su familia ha cargado. Su intervención subrayó el papel activo de la embajada americana en su momento, en un intento fallido de liberación, y la angustia que sufrió su bisabuelo al no conocer el paradero de su hijo.
Ana Ollo, durante la entrega de los restos, reafirmó el compromiso del Gobierno de Navarra con el Plan de Exhumaciones y la importancia de recordar y honrar a las víctimas de la violencia política. Fue un llamado a continuar con estas políticas, enfrentando el negacionismo que todavía persiste en la sociedad.
Desde la implementación del Plan de Exhumaciones en 2015, Navarra ha recuperado 161 restos mortales a través de 36 exhumaciones y ha realizado 123 prospecciones adicionales. Sin embargo, el proceso de identificación sigue siendo un desafío, dado que muchas familias de las víctimas están geográficamente dispersas y hay escasez de muestras genéticas.
Aprovechando la colaboración de Nasertic y otras entidades, el Banco público de ADN ha jugado un papel crucial en la identificación de los restos. A pesar de las dificultades, el compromiso con la memoria histórica y la justicia sigue siendo una máxima para el gobierno navarro.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.