En la provincia de Albacete, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha lanzado un "grito de alarma" debido a la sequía que afecta al sur de la región, exigiendo medidas urgentes.

La situación de sequía en Albacete ya no es una novedad, pero sus impactos en los cultivos continúan empeorando cosecha tras cosecha, sin indicios de mejoría.

El año pasado fue calificado como "catastrófico" y este año la situación es aún más grave, llevando a posibles consecuencias económicas y sociales estructurales.

UPA Castilla-La Mancha ha denunciado reiteradamente esta situación y los efectos del cambio climático, alertando sobre la permanencia de la sequía en la región.

Distintos agricultores han pedido medidas a los ayuntamientos de áreas como Montealegre del Castillo, conscientes de que la situación es crítica y empeora día a día.

La falta de lluvias desde diciembre ha afectado gravemente a la ganadería y al cultivo de cereales, con previsiones de daños del 100% en comparación con el año anterior.

La organización agraria destaca los impactos devastadores en viñedos, almendros y olivares, donde la incertidumbre climática pone en riesgo las futuras cosechas.

La repetición de la sequía por segundo año consecutivo genera alarmas entre los agricultores y ganaderos, quienes ven cómo el cambio climático los enfrenta a una situación estructural que requiere medidas urgentes.

Es imperativo actuar rápidamente para evitar mayores daños en los cultivos a largo plazo, implementando ayudas y dotaciones de agua para asegurar el futuro de los agricultores en la región.

Las administraciones deben tomar conciencia de la gravedad de la sequía en Albacete y colaborar con el sector agrario en la implementación de medidas que mitiguen sus efectos y garanticen la sostenibilidad de las explotaciones en la región.