El pasado sábado, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se trasladó al tanatorio de Ejea de los Caballeros para despedir al exmandatario de Aragón, Javier Lambán. García-Page expresó su tristeza al reconocer a Lambán como un pilar en el ámbito político, subrayando su brillantez y coherencia. "Perdemos a un referente valioso", afirmó visiblemente afectado.

En una conversación con los periodistas, el presidente destacó la profundidad de su relación con Lambán, mencionando que su amistad era sincera en un entorno donde tales vínculos son raros. "No solo éramos colegas en la política, sino amigos en la lucha", enfatizó, aludiendo a las múltiples causas y principios que compartieron a lo largo de su trayectoria.

García-Page destacó que Lambán es un modelo a seguir y expresó su deseo de honrar su memoria, no solo recordándolo, sino también reconociendo su gran capacidad intelectual. “Era una persona de principios, siempre dispuesto a hablar y actuar en los momentos en que otros optaban por el silencio”, añadió, resaltando su integridad como un rasgo fundamental de su carácter.

El mandatario regional mencionó que Lambán sentía una profunda responsabilidad moral hacia su comunidad y su país, defendiendo los ideales socialdemócratas de manera clara y sin complejos. “Su visión y sus valores estaban reflejados no solo en la Constitución, sino en la manera en que creía que debía guiarse España”, afirmó convencido de que su legado perdurará.

Al referirse al impacto de la pérdida de Lambán, García-Page no ocultó su dolor, describiéndolo como un amigo y un referente. Expresó su convicción de que, a pesar de las opiniones divergentes, el legado de Javier será significativo, ya que su grandeza personal se tradujo en su labor política.

Cuando se le cuestionó si el PSOE había perdido a uno de sus críticos más relevantes en la actualidad, García-Page reflexionó sobre la naturaleza cíclica de los partidos políticos. “Las etapas vienen y van, pero lo esencial es la preservación de valores y referencias en nuestra ideología”, argumentó.

García-Page subrayó la importancia de la coherencia política, elogiando la consistencia de Lambán en su vida personal y profesional. “Decir que alguien es coherente hoy en día es casi un lujo; Javier realmente vivió sus convicciones”, afirmó al destacar su autenticidad.

El presidente también compartió que tuvo la oportunidad de hablar con Lambán recientemente, comentando sobre la situación política del país y las expectativas para el regreso tras el verano. Sin embargo, esos intercambios siempre incluían un deseo sincero de conocer el estado de salud de Lambán y el bienestar de su familia.

Por último, García-Page se mostró conmovido ante la “injusticia de la vida” que significó la muerte de Lambán en un momento en que debería estar disfrutando con su familia. “Lo siento profundamente; he venido aquí para dar un abrazo a su familia, porque, sinceramente, nos sentimos parte de esa familia”, concluyó con un tono de tristeza genuina.