
La Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha ha dado un paso significativo hacia la economía circular al anunciar en el Diario Oficial la priorización de un proyecto transformador promovido por la empresa Valogreene. Esta iniciativa se centrará en la instalación de una planta dedicada a la producción de materias primas circulares a través del reciclaje de residuos industriales en el polígono La Nava de Puertollano, en Ciudad Real.
El ambicioso proyecto tiene como objetivo la conversión de residuos que normalmente no son reciclables, como plásticos desechados, rechazos de gestores de residuos y restos provenientes de la industria automotriz. Mediante un proceso de pirólisis, estos materiales serán tratados para generar aceite pirolítico y biochar, productos que se comercializarán posteriormente. Además, el gas resultante que no se condensa será reutilizado dentro de la planta, sirviendo para satisfacer sus necesidades térmicas y eléctricas.
Según la orden publicada, el desarrollo de esta planta deberá realizarse de acuerdo a los lineamientos establecidos en las consultas realizadas por diversas administraciones públicas. La aprobación de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Ciudad Real incluye condiciones específicas, como la inversión en activos fijos que suman casi 30 millones de euros y la generación de 22 empleos directos a tiempo completo y con contratos indefinidos.
La compañía ha asumido el compromiso de completar las inversiones necesarias y cumplir con todos los requisitos dentro de un plazo máximo de dos años desde que se obtengan las licencias necesarias. Además, Valogreene deberá garantizar la permanencia de los activos y empleos en Puertollano durante un mínimo de dos años tras la finalización del proyecto.
En un comunicado difundido en febrero, la empresa expresó su expectativa de comenzar las obras en breve. Este proyecto, que ocupa una superficie de 23.457 metros cuadrados en el Polígono Industrial 'La Nava II', contará con una inversión total de 35 millones de euros financiada exclusivamente por Greene Enterprise. Se espera que la planta transforme anualmente 40.000 toneladas de residuos industriales, contribuyendo a que estos no terminen en vertederos ni sean incinerados. Además, se proyecta la creación de 22 empleos directos y 40 indirectos durante su operación.
El uso de tecnología innovadora por parte de Greene Enterprise es fundamental para el éxito de este proyecto. Su enfoque termoquímico permite descomponer residuos a altas temperaturas sin oxígeno, generando materiales valiosos como el aceite pirolítico y el biochar.
El aceite pirolítico, que se producirá en cantidades que oscilan entre 8.500 y 10.500 toneladas anuales, se destinará a la creación de plásticos sostenibles, como las poliolefinas circulares. Por su parte, el biochar, con una producción anual estimada de 4.000 a 5.000 toneladas, se usará como combustible en sectores como la cementera, la acería y la industria cerámica. La empresa resalta que este modelo no solo incrementa la valorización de residuos, sino que también contribuye notablemente a la lucha contra el cambio climático, evitando la emisión de 8.000 toneladas de CO2 anuales en comparación con el vertido de residuos, y hasta 30.000 toneladas en comparación con la incineración.
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