TOLEDO, 11 de marzo. La situación legal de J.C.O.T., quien enfrenta acusaciones por abuso sexual continuado contra su hija, ha dado un giro significativo. La Fiscalía ha decidido reducir la pena solicitada, que pasa de tres a seis años de prisión, en relación con el delito presuntamente cometido contra su hija menor, que en ese momento solo tenía 10 años.

Esta información fue compartida por el abogado defensor tras concluir la última sesión del juicio, la cual tuvo lugar el martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo. La defensa sostiene que J.C.O.T. debería ser absuelto, aunque han solicitado que, en caso de que se dicte una condena, se considere la atenuante de dilaciones indebidas, dado que los hechos ocurrieron hace más de siete años, concretamente en enero de 2018. Esta atenuante también ha sido reconocida por el propio Ministerio Fiscal.

Los acontecimientos que se están juzgando se remontan al 20 de enero de 2018. En ese entonces, J.C.O.T. se encontraba en su hogar, acompañado de los tres hijos menores que tuvo con su expareja, justo después de una separación. Durante una siesta, el acusado ingresó a la habitación de su hija, quien, al percibir su entrada, le solicitó que le hiciera cosquillas en la espalda para poder dormir.

Según la acusación, el acusado aprovechó ese momento de confianza y afecto para llevar a cabo acciones inapropiadas con su hija, pidiéndole que se sentara sobre él y tocándola por debajo de su ropa. La situación se complicó cuando otro de los hijos, de solo cuatro años, irrumpió en la habitación, lo que llevó al acusado a apartar rápidamente a la niña y advertirle que no hablara del incidente con nadie.

La situación no terminó allí. Esa misma noche, el acusado, solo en ropa interior, volvió a invitar a su hija a acercarse a él, repitiendo las acciones previas y tocándola de nuevo. Sin embargo, cuando recibió mensajes de teléfono, la menor aprovechó para escapar al baño. A su regreso, y pese a su resistencia, los tocamientos continuaron hasta que la niña se vio obligada a pedir que se detuviera.

El comportamiento del acusado no cesó en esa ocasión, ya que, según la Fiscalía, continuó presionando a su hija en los días posteriores para que mantuviera todo en secreto, incluso de su madre. Además, se relatan incidentes anteriores en los que el acusado buscó acercarse a su hija mientras ella dormía, mostrando comportamientos inadecuados que evidencian la naturaleza grave de las acusaciones.