TOLEDO, 4 de septiembre. En un contundente pronunciamiento, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha rechazado de forma enérgica los mensajes de odio emanados desde Vox en las Cortes regionales, subrayando que tales declaraciones no reflejan los valores de la sociedad castellano-manchega.

La consejera y portavoz del ejecutivo, Esther Padilla, hizo estas declaraciones en el mismo recinto legislativo, enfatizando que "en nuestra tierra, promovemos la convivencia, la dignidad de las personas y la protección de los grupos más vulnerables, bases fundamentales de nuestra democracia".

Estos comentarios surgen a raíz de las controvertidas declaraciones del presidente del Grupo Parlamentario Vox, David Moreno, quien acusó al presidente regional, Emiliano García-Page, de ser el "responsable directo" de cualquier agresión sexual que pudiera ocurrir "mañana" a manos de migrantes hacia españolas.

Padilla insistió en que "la seguridad se garantiza a través de la ley, no mediante discursos divisivos", lamentando el hecho de que estas afirmaciones provengan de instituciones que deberían ser pilares de la democracia. "Esto representa una falta de respeto hacia los principios democráticos y hacia estos mismos organismos", puntualizó.

La portavoz también apuntó a la tendencia peligrosa de señalar a colectivos vulnerables, como las personas inmigrantes, quienes, según ella, solo buscan una vida más digna y mejor. "Es inadmisible que se les criminalice de esta manera", agregó.

Además, Padilla expresó su preocupación ante la posibilidad de que la extrema derecha intente replicar en Castilla-La Mancha situaciones similares a las ocurridas en Torre Pacheco, Murcia, advirtiendo que intentarán aprovechar "cualquier resquicio" para hacer avanzar su agenda.

Ante esta situación, la consejera ha solicitado a la Mesa de las Cortes que examine lo sucedido y evalúe la implementación de medidas que aseguren que incidentes como este no se repitan, en un esfuerzo por salvaguardar el bienestar de toda la sociedad y mantener a las instituciones como espacios de diálogo y entendimiento.

Finalmente, Padilla reafirmó el compromiso del Gobierno regional para no permitir que discursos de odio fragmenten la cohesión social en la comunidad autónoma, resaltando que Castilla-La Mancha se caracteriza por ser "tolerante, amable y unida". Concluyó su intervención asegurando que el Ejecutivo continuará trabajando para que la convivencia y el respeto sean siempre los valores que identifiquen a la región.