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Cinco arrestados en Toledo por echar a tres inquilinos de su casa de forma violenta.

Cinco arrestados en Toledo por echar a tres inquilinos de su casa de forma violenta.

TOLEDO, 13 de agosto. En un preocupante incidente que pone de manifiesto la creciente tensión en el mercado de alquiler, cinco individuos han sido arrestados en Toledo por la Policía Nacional, mientras que una sexta persona está bajo investigación, tras llevar a cabo un ataque armado con el objetivo de desalojar de forma violenta a tres inquilinos que debían varias mensualidades de la renta a la propietaria.

Los hechos se desencadenaron el pasado 13 de julio, alrededor de las 7:30 de la mañana. Un grupo de cuatro hombres, todos con características físicas imponentes, encapuchados y portando defensas extensibles, irrumpieron en la vivienda utilizando una llave de acceso, según ha comunicado la Policía Nacional en un boletín de prensa.

Una vez que localizaron la habitación de las víctimas, las sacaron de forma agresiva, impidiendo que pudieran recoger sus enseres personales y amenazándoles para silenciarlos sobre lo ocurrido. Este acto violento ha alarmado a la comunidad sobre la impunidad con la que algunos propietarios pueden actuar en situaciones de impago.

Después de ser forzados a salir, las víctimas apelaron a la ayuda de una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba en la zona, relatando los hechos ocurridos. A raíz de su denuncia formal en la Comisaría de Toledo, los agentes acompañaron a los afectados de vuelta a su hogar y comenzaron una investigación con el propósito de identificar a los autores de esta agresión y esclarecer las razones detrás de su actuación.

A medida que avanzaron en la indagación, se reveló que el inmueble, destinado al alquiler de habitaciones, contaba con nueve inquilinos y pertenecía a una mujer que reside en el extranjero. La gestión del alquiler estaba a cargo de su expareja, quien, al no recibir el pago de una de las habitaciones, decidió “contratar” a otros para llevar a cabo el desalojo forzado.

Como consecuencia de estos eventos, la Policía Nacional ha imputado a todos los implicados por la comisión de un delito de allanamiento de morada y coacciones, y a los executores del asalto se les suma un cargo por lesiones leves. Los agentes detuvieron a estos atacantes y también al encargado de la gestión de los cobros, mientras que la propietaria quedará bajo investigación y deberá enfrentar los cargos ante la justicia, lo que subraya la complejidad y las implicaciones legales en conflictos de arrendamiento.