TOLEDO, 22 Abr. – En un fallo contundente, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) ha decidido que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) deberá compensar con 200.000 euros a los padres de una bebé que, tras un trágico desenlace debido a una bronquiolitis grave, falleció en el Hospital de Almansa. La decisión se basa en la conclusión de que una detección más temprana de la enfermedad podría haber prevenido su muerte.

La resolución del tribunal indica que la bebé fue atendida en varias ocasiones: primero en el centro de salud local, posteriormente en dos visitas al hospital y por último, tras la llamada de emergencia hecha por sus padres, quien la trasladaron de manera urgente al mismo centro hospitalario.

El tribunal sostiene que si en algún momento se hubiera diagnosticado correctamente que los síntomas de la menor correspondían a una bronquiolitis, “las posibilidades de prevenir el trágico desenlace habrían sido muy altas, dada la baja tasa de mortalidad asociada con esta enfermedad”, se indica en el fallo.

En la sentencia, se analiza la prematuridad de la menor y su historial médico, que incluía episodios previos de apneas y vómitos. Se concluyó que había razones suficientes para haber ingresado a la bebé o, al menos, para haberla mantenido bajo observación más estricta.

El tribunal también señala que, a pesar de la falta de un diagnóstico claro por parte del pediatra, hubiera sido prudente realizar más pruebas diagnósticas complementarias, como análisis de sangre o radiografías, para descartar complicaciones.

A.M.M, que nació prematuramente el 29 de septiembre de 2018, fue inicialmente diagnosticada con nasofaringitis aguda, y posteriormente con un catarro de vías altas. Sin embargo, su estado empeoró rápidamente, y a pesar de ser dada de alta, fue trasladada nuevamente al hospital donde, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio, perdió la vida debido a bronquiolitis grave.

El fallo judicial destaca el sufrimiento que experimentaron los padres al tener que acudir repetidamente a servicios médicos en busca de ayuda para su hija. A pesar de que se reconocen correctas las actuaciones médicas realizadas en la primera consulta, el tribunal enfatiza la importancia de la correcta interpretación y respuesta a los síntomas de la bebé.

La sentencia, emitida el pasado febrero, es ahora firme al no haber el Sescam interpuesto un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, finalizando así el plazo estipulado de treinta días.

Los padres habían comenzado este proceso legal el 26 de febrero de 2019 al presentar una reclamación por responsabilidad patrimonial ocasionada por la pérdida de su hija. Después de la desestimación de su queja inicial, se vieron obligados a presentar un recurso contencioso-administrativo, el cual fue desestimado por un juzgado en septiembre de 2021. Sin embargo, una apelación posterior fue aceptada por el TSJCM, que revirtió el fallo anterior.

Así, el TSJCM condena al Sescam y a la aseguradora pública a pagar una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los padres, además de intereses legales desde el momento de la reclamación inicial en la vía administrativa.