
San Benito, 9 de septiembre. La pequeña pedanía de Ciudad Real se siente aliviada al confirmar que su escuela rural permanecerá operativa durante este curso, a pesar de contar solo con tres estudiantes. Esta decisión es un rayo de esperanza para las familias, que evitan así el arduo viaje de 40 kilómetros por carreteras sinuosas, especialmente complicadas en invierno.
El Centro Rural Agrupado (CRA) ‘Entre Jaras’ incluye secciones educativas en varias localidades, como Alamillo y Almadenejos, pero la noticia sobre San Benito ha resonado particularmente bien entre los padres. Mónica Silveria López, una de las madres, compartió que mantener la escuela abierta es un gran alivio, dado que las condiciones de las rutas locales pueden convertirse en un verdadero desafío.
La iniciativa para conservar abierta la escuela tuvo apoyo tanto de la dirección del centro como de los padres, quienes formalizaron su solicitud. Para los alumnos, como Miguel, esto representa una mejora significativa en su calidad de vida, al reducir el tiempo de desplazamiento y mantener el foco en su educación local.
Alicia, otra de las estudiantes, expresó su entusiasmo por el colegio en el pueblo, aunque admitió que no estaba muy emocionada por regresar a las aulas. Aún así, su deseo de jugar con otros niños refleja la importancia de tener un entorno escolar en su comunidad.
La directora del CRA, Aurora Moreno, subrayó la importancia del apoyo regional y destacó las ventajas de tener a varios grupos de diferentes edades compartiendo el aula. Según ella, esta mezcla no se considera un obstáculo, sino que proporciona una enseñanza más personalizada y enriquecedora para los niños.
“La atención individual que reciben es notable, y los más grandes ayudan a los más pequeños. La dinámica de grupo favorece el aprendizaje colaborativo”, comentó Moreno, enfatizando que el tamaño reducido del centro no implica falta de recursos o metodologías comparables a las de otras escuelas.
Además, el CRA está integrando un proyecto en robótica, lo que demuestra que los estudiantes siguen accediendo a innovaciones educativas a pesar de su reducido número. Este avance es parte de un compromiso más amplio para asegurar que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades educativas, independientemente de su ubicación geográfica.
El alcalde de la pedanía, Gregorio Ruiz, expresó su satisfacción por la continuidad de la escuela, resaltando la mejora que esto representa para la estabilidad de las familias. La difícil ruta de acceso, llena de curvas y peligros invernales, hace que los desplazamientos diarios sean una carga considerable.
El hecho de que los jóvenes de entre 6 y 11 años no tengan que levantarse una hora antes es un punto que Ruiz considera esencial para su bienestar. “Una comunidad sin niños parece perder su esencia, es crucial mantener la escuela”, reflexionó.
Por su parte, la delegada de la Junta en Ciudad Real, Blanca Fernández, celebró la decisión de mantener la escuela abierta, reconociendo que, a pesar del escaso número de estudiantes, es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades educativas en áreas rurales. “La justicia educativa es clave; los niños y niñas del campo deben tener sus recursos y especialistas”, afirmó Fernández.
Su comentario final resonó con la comunidad: “A veces, lo que importa no es el costo inmediato, sino el valor de lo que se está brindando. Y esta clase de educación tiene un enorme valor”, concluyó.
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