GUADALAJARA, 17 de marzo. En una reciente reunión, el Grupo Popular de la Diputación de Guadalajara ha lanzado un llamado urgente al Gobierno central para que las áreas de Henares, Bornova, Tajuña y parte de la Comarca de Molina, que han sufrido daños severos debido al último temporal, sean reconocidas oficialmente como zonas catastróficas.

Los miembros del Grupo Popular han expresado su preocupación, argumentando que la rapidez en la acción es crucial. Señalan que en ocasiones anteriores, algunas áreas de la provincia que padecieron las consecuencias de la dana no recibieron la declaración necesaria, lo que resultó en la falta de ayudas vitales para la recuperación.

La diputada provincial Concha Casado ha descrito la situación del sector agrícola en Guadalajara como alarmante, apuntando a la devastación de tierras y cultivos a raíz de las intensas lluvias y las repetidas borrascas. Además, la liberación de agua de embalses en Pálmaces, Beleña, Alcorlo y El Atance ha exacerbado aún más los problemas en el campo.

Según Casado, el impacto en la agricultura es enorme, con pérdidas que amenazan la viabilidad de numerosas explotaciones. Ha detallado que las lluvias han generado inundaciones en terrenos cultivables, así como desbordamientos de ríos y daños en infraestructuras agrícolas y vías de acceso.

Particularmente preocupante es el daño a cultivos esenciales como cereales, leguminosas, espárragos y almendros, con muchas de estas cosechas sufriendo daños totales o parciales. Asimismo, la maquinaria agrícola y los sistemas de riego también han visto comprometida su operatividad, dificultando el camino hacia la recuperación del sector, lamentó la diputada.

Casado también ha criticado la inacción de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que no ha logrado mantener los cauces de los ríos limpios, un reclamo que el Grupo Popular ha venido reiterando.

En este contexto de crisis, el Grupo Popular insiste en que es fundamental que las administraciones pertinentes tomen medidas inmediatas en respuesta a las significativas pérdidas económicas, con hectáreas de cultivos inundados y el retraso en las campañas agrícolas, como la del espárrago, lo que podría dar lugar a la aparición de enfermedades y otros problemas relacionados.