TOLEDO, 10 de mayo. En un reciente recuerdo conmovedor, dos sacerdotes de Toledo, Álvaro García y David Sánchez, compartieron sus experiencias con el Papa León XIV cuando era obispo en Perú. Ambos elogiaron su personalidad, describiéndolo como una figura "humilde, accesible y pacificadora".

Álvaro García, originario de Oropesa, rememoró momentos significativos durante la canonización de San Alonso de Orozco, durante la cual León XIV visitó su localidad. García recordó que más tarde, en 2015, tuvo el privilegio de compartir una comida con él en Cuzco, justo un mes antes de que el actual Papa asumiera el cargo de obispo en Chiclayo. “En aquel entonces, yo servía como rector del Seminario de Moyobamba y acompañé a mi obispo a la ceremonia de toma de posesión del nuevo arzobispo del Cuzco,” explicó.

La reunión, que tuvo lugar tras la celebración, unió a ambos en una misma mesa. “Tuvimos una conexión especial, ya que él es agustino y yo provengo de Oropesa, el pueblo natal de San Alonso de Orozco, quien también era agustino. Hablamos sobre la canonización y los eventos en el pueblo, en donde él había presidido algunas actividades y conferencias sobre el santo,” relató García.

El sacerdote también mencionó que el cardenal Robert Prevost le dejó una impresión de calidez y cercanía. “El hecho de que compartiéramos el mismo interés por la figura de este santo, que ambos admiramos, hizo que nuestra conversación fuera muy afectuosa y amigable”, añadió.

Por su parte, David Sánchez, otro sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, evocó su experiencia como misionero en la Prelatura de Moyobamba en 2009, coincidiendo con la canonización de los primeros mártires en Chimbote. “De camino, pasamos por Chiclayo y nos alojamos en el Seminario, donde tuvimos la oportunidad de estar con él durante todo el día,” comentó. Este encuentro también propició un vínculo duradero entre Chiclayo y la Prelatura de Moyobamba, donde León XIV enviaba sacerdotes para vivir experiencias misioneras en la selva.

Sánchez compartió su visión sobre el nuevo Papa, destacando que a través de personas que le conocen, ha aprendido que es “un padre que ama y cuida a cada una de las personas que Dios le presenta”. Lo describió como alguien accesible, conciliador y dotado de grandes habilidades interpersonales.