
SEVILLA/TOLEDO, 30 de noviembre. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado este sábado su deseo de que "todo quede esclarecido" en relación con la controversia de la filtración de correos que involucra al novio de Isabel Díaz Ayuso. En este sentido, García-Page expresó su esperanza de que "no haya nada de lo que sentir vergüenza".
Durante una rueda de prensa en el marco del 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla, el líder socialista de Castilla-La Mancha fue cuestionado sobre el papel del Gobierno central en este escándalo, que ha desencadenado la dimisión del exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, quien posteriormente tuvo que declarar ante el Tribunal Supremo.
García-Page, demostrando un enfoque conciliador, subrayó que no desea "nada mal ni siquiera a la oposición en términos judiciales, cuanto menos a mi partido". Su declaración sugiere una llamada a la cordura en medio de una situación politizada y cargada de tensión.
A pesar de la gravitación del tema, el mandatario regional se mostró decidido a defender la "capacidad política" de Lobato, enfatizando que esto debe valorarse "más allá de las circunstancias actuales". Lamentó, no obstante, que el contexto de la política nacional parece operar como "una máquina de picar carne", lo que lleva a una erosión acelerada del capital político. "Estamos destrozando capital político a pasos agigantados", se quejó García-Page, reflejando su preocupación por el estado actual de la política en España.
Finalmente, el presidente castellanomanchego expresó su deseo de que Juan Lobato pueda volver a ejercer como líder del PSOE en Madrid tras su reciente dimisión, aunque dejó claro que esa decisión depende exclusivamente de Lobato. "Yo no me meto en ninguna otra federación, como tampoco quiero que se metan en la mía", concluyó, reafirmando su postura respecto a la autonomía de cada agrupación dentro del partido.
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