El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado rotundamente calificar la Ley de Amnistía como una "victoria" independentista y ha enfatizado que "el perdón se da o no se da, pero no se contrata".

TOLEDO, 31 de mayo.

En este sentido, García-Page ha anunciado que el Gobierno regional solicitará un informe al Consejo Consultivo de la región esta semana para evaluar la Ley de Amnistía aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados. Su objetivo es obtener el visto bueno para que la región pueda llevar a cabo su defensa ante el Tribunal Constitucional, considerando que esta ley representa "una agresión al concepto de igualdad".

Durante un discurso con motivo del Día de la Región, el presidente ha destacado la importancia de que el Consejo Consultivo examine con transparencia y objetividad las posibilidades de defender los intereses de la región ante el Tribunal Constitucional.

Asimismo, García-Page ha subrayado que como presidente tiene la responsabilidad de proteger los intereses de la región frente a cualquier norma que pueda afectar a sus competencias directas.

En relación con la democracia, el presidente autonómico ha señalado que es importante respetar las decisiones mayoritarias, aunque existan discrepancias. Sin embargo, ha dejado claro que su postura, basada en la discrepancia de fondo, no se trata solo de una cuestión constitucional.

En cuanto al debate sobre si la Ley de Amnistía representa un perdón o una victoria, García-Page ha afirmado que el perdón no se negocia y que no puede utilizarse como moneda de cambio. En sus palabras, "Se da o no se da, pero no se hace a cambio de nada y menos a cambio de un chantaje".