24h Castilla-La Mancha.

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Ciudadanos de Villel de Mesa, Mochales y Algar inician campaña de firmas para limpiar el río tras las recientes lluvias y prevenir futuras inundaciones.

Ciudadanos de Villel de Mesa, Mochales y Algar inician campaña de firmas para limpiar el río tras las recientes lluvias y prevenir futuras inundaciones.

GUADALAJARA, 31 de enero. Las recientes lluvias han despertado una nueva ola de preocupación entre los habitantes de varios municipios de la comarca de Molina de Aragón, especialmente en Villel de Mesa, que ya ha enfrentado graves consecuencias por la depresión aislada en niveles altos (Dana). En respuesta a la situación, los vecinos de este y otros pueblos, como Mochales y Algar de Mesa, han decidido poner en marcha una campaña de recogida de firmas con el objetivo de instar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a realizar una limpieza urgente del cauce del río Mesa.

Desde que la Dana arrasara la zona hace tres meses, los efectos de dicha catástrofe continúan presentes, y el temor ha vuelto a asomar entre los residentes. El 28 de enero, un nuevo episodio de lluvias intensas altamente preocupantes remarcó la inacción de las autoridades competentes, que aún no han tomado medidas adecuadas para restaurar el cauce afectado.

Eduardo García, un vecino de Villel de Mesa que vive pegado al río, expresa su inquietud constante, temiendo que un nuevo temporal desborde las orillas una vez más, como ya sucedió previamente. “El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, prometió ejercer presión sobre la Confederación, pero, a pesar de sus buenas intenciones, no es algo bajo su autoridad, y la realidad es que aquí no hemos visto a nadie oficiando cambios significativos”, comenta con un sentido de desesperanza, destacando la necesidad vital de llevar a cabo la limpieza del cauce.

La meta de la recogida de firmas es amplificar su voz en un reclamo que consideran totalmente justo y razonable, ya que no están exigiendo algo fuera de lo normal. La idea es presentar estas firmas a la administración competente para que escuche y responda a las necesidades de estos pequeños pueblos, que a menudo son desatendidos.

El tiempo transcurre, y los efectos de la Dana siguen sin resolverse en el interior y los campos de los municipios afectados. Según García, los problemas son evidentes: “Los cauces están completamente descontrolados, con muros destrozados y el agua fluyendo de manera errática”. La sensación de abandono exacerbada por promesas incumplidas de las administraciones locales está creando un creciente desasosiego entre los vecinos, quienes enfatizan que el compromiso de las autoridades parece más un discurso político que una solución concreta.

El temor de que se produzca un nuevo desbordamiento se cierne sobre esta comarca, que históricamente ha estado sujeta a lluvias y nevadas regulares. Sin la debida restauración de los daños, se enfrentan al riesgo de nuevas catástrofes. “No queremos vivir lo mismo otra vez. ¡De ninguna manera!”, enfatiza García, aclarando que su reclamo no es un ataque político, sino una súplica a las autoridades para que actúen. Reconoce que esta preocupación es compartida por el alcalde, Pedro Lozano, a quien respeta, aunque considera que la situación exige “más acción” para abordar de inmediato este problema apremiante.

El alcalde de Villel de Mesa asegura que está haciendo todo lo posible para incidir en la limpieza del cauce del río lo antes posible, resaltando que ha sido un desafío constante, ya que, “en el último año, el río se ha desbordado tres veces”. Aunque defiende los esfuerzos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de la Diputación, destaca que finalmente la responsabilidad de la limpieza recae en la CHE.

A pesar de que las lluvias recientes no han afectado a las viviendas, el alcalde reconoce que sí han perjudicado a las parcelas agrícolas, y mencionó que él mismo se vio afectado en su capacidad de regadío. Recordó que tras la Dana enviaron un escrito a la CHE, la cual prometió enviar maquinaria para resolver la situación, pero hasta ahora, nadie ha aparecido en el lugar.

El alcalde comprueba el nerviosismo palpable entre los vecinos, así como su decisión de recolectar firmas. Asegura que todos los ciudadanos desean evitar que esta situación se repita y coincide en que es preciso “tomar cartas en el asunto”. Es consciente de que es urgente implementar las obras necesarias, y trabaja en pro de que la CHE realice la limpieza de los cauces, elimine malezas y refuerce los accesos viales para garantizar la seguridad de la población.