TOLEDO, 21 de marzo. En un esfuerzo conjunto entre la Policía Nacional y la Policía Local de Toledo, se ha desmantelado un significativo centro de tráfico de drogas que operaba en el barrio de Palomarejos, bajo la dirección de dos individuos con antecedentes delictivos: un hombre y una mujer. Ambos estaban presuntamente involucrados en la venta de sustancias ilícitas a una amplia clientela, incluyendo a jóvenes menores de 14 años.

La investigación se reactivó en diciembre tras varias quejas de los residentes que notaron un resurgimiento de actividades sospechosas en un inmueble que había sido objeto de operaciones policiales anteriores. La preocupación ciudadana motivó a las fuerzas del orden a intensificar las vigilancia en la zona, detectando un elevado flujo de personas que acudían al narcopiso, muchas de ellas adolescentes.

Con base en estas observaciones, los agentes solicitaron permiso judicial para llevar a cabo un nuevo registro en la propiedad. Durante la intervención, se hallaron cantidades significativas de drogas: 17,7 gramos de cocaína, 2.962 gramos de marihuana y 535 gramos de hachís, además de numerosos envoltorios listos para la venta.

Además de las drogas, se encontraron múltiples instrumentos relacionados con la venta de estupefacientes, como básculas de precisión y alambres para empaquetar. También se encontraron objetos supuestamente robados que los usuarios habían utilizado para pagar por las sustancias.

Como resultado de la operación, fueron detenidos los dos presuntos responsables. El hombre, de 27 años, y la mujer, de 45, ya contaban con antecedentes por delitos similares. Este operativo involucró a agentes del Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial, junto a la Unidad Canina de la Policía Local de Toledo.

Es importante destacar que ambos detenidos ya habían sido arrestados en junio de 2024, junto con otro operativo en octubre del mismo año, cuando se recuperaron grandes cantidades de drogas, incluyendo más de 5 kilogramos de marihuana, hachís y cocaína. A pesar de sus arrestos, el hombre intentó reactivar su negocio de tóxico, lo que llevó a la policía a actuar rápidamente para evitar que retomara su actividad delictiva.

La reciente operación se considera el golpe final contra el narcopiso, ya que el hombre fue enviado a prisión preventiva por el Juzgado de Instrucción número uno de Toledo, marcando un paso significativo en la lucha contra el tráfico de drogas en la región.