
TOLEDO, 30 de abril.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha acogido con satisfacción la reciente iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) que propone una modificación del trasvase Tajo-Segura. Esta reformulación implica una reducción de hasta el 40% en las derivaciones de agua para el año 2027. Sin embargo, las autoridades de Castilla-La Mancha han dejado claro que no se conformarán con este avance inicial y que continuarán trabajando para lograr las mejores condiciones para su región.
Durante una rueda de prensa celebrada el miércoles, la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, junto a la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, detalló las decisiones adoptadas en el Consejo de Gobierno. Gómez enfatizó la importancia de esta resolución, señalando que Castilla-La Mancha había estado esperando por mucho tiempo una acción de este calibre.
La consejera destacó la singularidad del actual Ejecutivo, liderado por Emiliano García-Page, al haber sido el primero en presentar propuestas concretas relacionadas con la gestión del agua. "El Ministerio ha incorporado varias de nuestras sugerencias, un esfuerzo que valoramos, aunque todavía hay mucho camino por recorrer", añadió.
Gómez calificó la modificación como un avance significativo, ya que permitirá que los recursos hídricos que se originan en Castilla-La Mancha beneficien realmente a sus habitantes y ecosistemas. Según la nueva propuesta, el volumen que se podrá trasvasar se reducirá de 27 hectómetros cúbicos en la actualidad a un máximo de 20 en el nivel 2 a partir de 2027. Esto incluye una disminución progresiva de las transferencias de agua, ajustándose a la situación de los embalses de cabecera, lo que se traduce en una mejora considerable para la defensa de los intereses de la cuenca cedente.
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