El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es uno de los lugares más emblemáticos de la provincia de Ciudad Real y de toda Castilla La Mancha. Declarado Parque Nacional en el año 1973, este espacio natural es uno de los últimos humedales representativos de la cuenca del río Guadiana y alberga una gran biodiversidad, siendo hábitat de muchas especies únicas y en peligro de extinción.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel también fue testigo de los acontecimientos sucedidos durante la Guerra Civil Española. Durante la guerra, se produjeron en la zona diversos enfrentamientos entre las tropas franquistas y republicanas.
Las tropas franquistas utilizaron el territorio del parque como base y lugar de entrenamiento. El ejército franquista se aprovechó de la situación geográfica del parque, utilizándolo como lugar estratégico para la guerra, por su proximidad a la línea del frente.
Por otro lado, las tropas republicanas también estuvieron presentes en el territorio. En los alrededores del parque, se produjeron diversas batallas que marcaron el destino de la zona durante los años de la guerra civil.
La Guerra Civil Española supuso un gran impacto en la zona. Además de los enfrentamientos bélicos, el territorio también sufrió diversos daños, tanto en la infraestructura y equipamiento del parque como en la pérdida de biodiversidad y especies animales autóctonas.
Como consecuencia de la guerra, se produjo un deterioro importante en el ecosistema del parque. La flora y fauna autóctonas se vieron gravemente afectadas, ya que los enfrentamientos bélicos y los movimientos de tropas, sumado a la destrucción de infraestructuras y la tala de árboles, supusieron un gran impacto en los recursos naturales del parque.
La Guerra Civil también dejó su huella en los vestigios históricos y culturales del parque. Diversos edificios y estructuras emblemáticas fueron destruidas durante las batallas, perdiendo de esta manera un importante patrimonio histórico y cultural de la zona.
A pesar del impacto de la Guerra Civil en la zona, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel ha sabido recuperarse con el paso de los años y cuenta hoy en día con una gran riqueza natural y cultural. Gracias a los esfuerzos de conservación y protección llevados a cabo por los organismos públicos y privados, el parque ha recuperado su flora y fauna autóctonas y cuenta con diversas infraestructuras y servicios para la visita turística.
La recuperación del patrimonio histórico y cultural se ha convertido en una de las prioridades para el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Recientes restauraciones y trabajos arqueológicos han permitido recuperar importantes elementos del pasado de la zona y ponerlos en valor para el disfrute de los visitantes.
La conservación y protección del ecosistema sigue siendo el objetivo principal del parque. Los programas de reintroducción de especies animales y vegetales autóctonas, la gestión sostenible del agua así como la diversificación de los ecosistemas son algunas de las medidas llevadas a cabo para la protección del parque.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel cuenta con un gran legado histórico y cultural que es imprescindible para entender la historia de la zona, y que gracias a la conservación y protección llevados a cabo, sigue siendo patente hoy en día. Un espacio natural único en el que la biodiversidad y la historia conviven en armonía y que es una visita obligada para todo aquel que quiera descubrir los secretos de la provincia de Ciudad Real.