GUADALAJARA, 11 Jul.
Este jueves, 11 de julio, a las 10.30 horas, el reloj del Ayuntamiento de Guadalajara ha dejado de emitir sus toques de campanas para marcar las horas. Es una medida cautelar y obligada, para evitar que las vibraciones afecten a la estructura del campanario, que va a ser reformado y restaurado con carácter urgente tras confirmarse que la estructura de la torre está seriamente dañada, hasta el punto de que podría colapsar.
El concejal de Infraestructura, Santiago López Pomeda, ha informado sobre la situación y las acciones tomadas: "Tras confirmarse el grave deterioro de la torre y el campanario por su mala conservación, hasta el punto de presentar serios riesgos de seguridad, hemos actuado con urgencia y el Ayuntamiento de Guadalajara ya ha tramitado un contrato de emergencia, con una inversión de 159.424,13 euros, cuyas obras deben empezar antes de un mes y estar acabadas en tres meses".
El informe técnico detalla que las filtraciones de agua y la exposición al ambiente han causado daños significativos en la estructura, poniendo en peligro la estabilidad del campanario. Se prevén obras de emergencia que incluyen la demolición de la cubierta actual, el refuerzo de los forjados y vigas, y la restauración de la estructura metálica.
Según la nota de prensa del Ayuntamiento, las partes más afectadas son la estructura de acero que corona el campanario, el apoyo del forjado, las escaleras de madera y las instalaciones eléctricas. López Pomeda asegura que es necesario actuar de inmediato para evitar un colapso inminente y garantizar la seguridad del campanario.
Las obras planeadas incluyen la desconexión temporal de los contactos de las campanas para evitar vibraciones perjudiciales. Se espera que el reloj funcione hasta su desmontaje en agosto, momento en el que se evaluará la necesidad de trasladar la estructura metálica a taller para su reparación.
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