GUADALAJARA, 11 Mar.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a denunciar el trasvase del Tajo al Segura, calificándolo como "un monumento a la especulación hidráulica". En este sentido, ha cuestionado al Gobierno central, sin nombrarlo directamente, sobre la demora en poner en marcha "al 100% todas las desaladoras y abordar más".

Desde Galápagos, donde ha inaugurado una escuela infantil, García-Page ha alertado sobre la escasez de agua a nivel mundial y ha lamentado que en España se aborde este tema con demagogia y populismo.

"No deja de sorprenderme el trasvase tan grave que ha sufrido durante años esta zona, un derroche económico a costa de quienes realmente lo necesitan", ha criticado el presidente castellanomanchego, mencionando la paralización de regadíos en Guadalajara debido a la extracción de agua.

García-Page ha enfatizado que empresas importantes en la región están en riesgo de quedarse sin agua, criticando la hipocresía en el Levante en torno al uso del agua. Ha señalado la diferencia en el coste del agua de regadío entre regiones.

El presidente ha instado a poner en funcionamiento al 100% las desaladoras ya existentes y a considerar la instalación de más, recordando que son infraestructuras costeadas por todos los españoles. Ha destacado la necesidad de valorar el agua de manera equitativa en todo el territorio.

En este sentido, García-Page ha afirmado que en Castilla-La Mancha darían lo que fuera por tener una desaladora, incluso acceso al mar, dada la importancia del recurso hídrico. Ha finalizado su intervención defendiendo la necesidad de una gestión más equitativa y eficiente del agua en el país.