![Obispo de Sigüenza-Guadalajara insta a enfrentar de manera firme la crisis de abusos sexuales.](https://24hcastillalamancha.es/imagen-aHR0cHM6Ly9pbWcuZXVyb3BhcHJlc3MuZXMvZm90b3dlYi9mb3Rvbm90aWNpYV8yMDI0MTEwNDEyNTk0Ml84MDAuanBn.webp)
GUADALAJARA, 4 de noviembre.
El obispo Julián Ruiz Martorell de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara ha abordado hoy el doloroso tema de los abusos sexuales, al calificarlo como "una lacra social" que requiere una respuesta colectiva. Durante una rueda de prensa, enfatizó que toda la sociedad debe "tomar el toro por los cuernos" para prevenir que estos abusos se repitan y, sobre todo, para ofrecer apoyo a las víctimas afectadas.
Monseñor Ruiz Martorell también ha expresado su opinión sobre el reciente informe del Defensor del Pueblo titulado 'Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos. Una respuesta necesaria'. A su juicio, este documento muestra ciertas "lagunas", ya que se centra exclusivamente en la Iglesia, cuando la responsabilidad sobre el problema abarca a toda la sociedad. Si bien reconoce la necesidad de que la Iglesia asuma su "responsabilidad, dolor y vergüenza," argumenta que los casos reportados dentro de su organización son "minoritarios".
El obispo destacó que si bien el Defensor del Pueblo enfoca su atención en una sola institución, es fundamental dirigir la mirada hacia el conjunto de la sociedad. "Hay que poner la lupa en toda la sociedad", afirmó en respuesta a las preguntas de los medios de comunicación.
Asimismo, Ruiz Martorell subrayó que el informe en cuestión "no es la Biblia de los abusos," resaltando que estos actos se producen principalmente en el seno familiar y en institutos deportivos. Esta problemática, declaró, es una cuestión social que requiere una respuesta social integral. Propuso que es esencial establecer mecanismos de prevención, protocolos de seguridad, procesos de denuncia, así como criterios para la recuperación, rehabilitación y reparación en todas las esferas de la vida social.
El obispo de Sigüenza-Guadalajara reafirmó que la Iglesia se encuentra "cerca de las víctimas" y aboga por una reparación "integral" que abarque aspectos psicológicos, morales, sociales e incluso económicos. No obstante, reiteró que aunque la institución pide perdón y siente "vergüenza" por los casos de abusos que han emergido en su seno, considera que los contextos donde ocurren estos abusos son mucho más extensos.
A pesar de su respeto por el informe, Monseñor Ruiz Martorell también puso de relieve el "enorme esfuerzo" que la Iglesia ha realizado en los últimos años, evidenciado por la creación de más de 200 oficinas en diversas diócesis y comunidades religiosas. Esta labor incluye el establecimiento de protocolos, propuestas legislativas y objetivos de prevención y seguridad.
El obispo recordó que, en el pasado, cuando se presentaba un caso de abusos, la prioridad era proteger la institución y ofrecer apoyo. En contraste, actualmente, "el centro está en las víctimas," lo que refleja un cambio significativo en el enfoque de la Iglesia hacia este grave problema.
Al concluir, enfatizó que hay personas que llevan cicatrices emocionales que durarán toda la vida y expresó su deseo de que no se produzca un "doble daño": el que ya padecieron y el que resulta del constante recuerdo de su sufrimiento.
Para concluir, el obispo destacó la relevancia de los datos que serán presentados en el Congreso de los Diputados por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, quien ha contactado a diversas diócesis. Aseguró que existen criterios objetivos al respecto y que, aunque se puede hablar de estadísticas y denuncias, eso no refleja la profundidad del estudio social que debería abordarse.
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