La acusada de asesinar a su exmarido en Seseña Viejo ha admitido los hechos durante su declaración en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo. Durante el interrogatorio, la procesada ha reconocido que estaba divorciada de la víctima y que este vivía en una casa de su propiedad.
Según ha revelado la acusada, la mañana del 26 de noviembre habló con su exmarido por teléfono para reprocharle que no había llevado a sus hijas al colegio, ya que fue su conductor quien se encargó de la tarea. A raíz de este incidente, la acusada decidió ir a la casa de la víctima con las llaves que todavía poseía.
Una vez en la vivienda, la acusada entró en el dormitorio y encontró a su exmarido junto a su actual pareja. En un ataque de ira, la acusada comenzó a agredir a la pareja. A pesar de que la víctima logró expulsarla de la habitación y cerrar la puerta con cerrojo, la acusada consiguió abrir la puerta nuevamente después de golpearla con fuerza.
Después de bajar a la cocina y coger dos cuchillos, la acusada regresó al dormitorio y apuñaló a su exmarido varias veces. Durante su testimonio, la acusada también admitió que amenazó con matarlo verbalmente. Actualmente, la procesada se enfrenta a una pena de 23 años de prisión por asesinato con alevosía.
La defensa, por otro lado, argumenta que su defendida cometió un delito de lesiones en lugar de asesinato premeditado y propone una condena de tres años de prisión. Alternativamente, también sugiere que se considere el delito de homicidio imprudente, que conlleva una sentencia de cuatro años de prisión, ya que asegura que la acusada no tenía intención de quitarle la vida a su exmarido.