Las cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha continúan siendo un pilar fundamental para la economía regional, con el 32,3% de los municipios contando al menos con una de ellas.

El reto del relevo generacional es crucial para garantizar la continuidad y fortaleza del cooperativismo en la región, según el estudio 'El cooperativismo agroalimentario de Castilla-La Mancha. Indicadores clave para comprender el modelo cooperativo en Castilla-La Mancha' realizado por Cooperativas Agro-alimentarias.

En total, la región cuenta con 530 cooperativas agroalimentarias, lo que representa el 5,5% del sector industrial regional y el 26% de las industrias agroalimentarias castellanomanchegas, demostrando la solidez empresarial del modelo cooperativo.

El director General de la organización, Juan Miguel del Real, destaca la importancia estratégica del cooperativismo agroalimentario en una región rural como Castilla-La Mancha, que ha sabido adaptarse y seguir generando valor y empleo a pesar de las crisis económicas.

Estas cooperativas no solo son motores económicos, sino también sociales, dado que agrupan a más de 157.000 personas socias, generando más de 6.000 empleos directos y más de 150.000 indirectos en el medio rural.

El modelo cooperativo en Castilla-La Mancha representa el 46,3% del valor total de la producción agraria y el 4,4% de la nacional, con un crecimiento interanual del 3,2% y una tasa de inflación del 2,2% anual, contribuyendo de forma significativa a la economía regional.