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El reloj se atrasará una hora este fin de semana durante la madrugada del sábado al domingo

El reloj se atrasará una hora este fin de semana durante la madrugada del sábado al domingo

Los beneficios económicos de los nuevos estilos de vida y las medidas de ahorro energético están siendo cuestionados en la Unión Europea, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

En la madrugada del sábado 28 al domingo 29 de octubre, a las 03.00 horas, finalizará el horario de verano y los relojes se retrasarán hasta las 02.00 horas, marcando el comienzo del horario de invierno, que se extenderá hasta el 27 de marzo de 2024.

Según la Directiva Europea del Cambio de Hora, implementada en todos los Estados de la UE, el objetivo de este cambio es lograr un ahorro energético, aunque existe incertidumbre sobre su eficacia en este sentido.

De acuerdo con estimaciones oficiales del IDAE, el ahorro en iluminación podría alcanzar los 300 millones de euros, equivalentes al 5% del total. De esa cantidad, 90 millones corresponden a los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar, mientras que los 210 millones restantes se ahorrarían en edificios del sector terciario e industrial.

Sin embargo, fuentes del IDAE han informado que no existen informes actualizados en España que respalden el ahorro energético asociado al cambio de hora, ya que el último estudio data de 2015.

Además, señalan que los nuevos requisitos de eficiencia energética en iluminación, sistemas de climatización y edificios, junto con la creciente adopción del autoconsumo, han modificado significativamente los análisis utilizados para calcular estos datos.

Estas fuentes también destacan que la aprobación del cambio de hora se realizó en un momento diferente al actual, con diferentes estilos de vida que podrían afectar al consumo energético de manera diferente.

Asimismo, señalan que es necesario tener en cuenta la realidad actual de cambios en las jornadas laborales y la creciente práctica del teletrabajo, lo cual significa que las rutinas de los ciudadanos ya no coinciden tanto como antes en términos de espacio y tiempo.

A pesar de que el IDAE indica que no ha llevado a cabo estudios recientes en este ámbito, menciona un informe de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo de 2018 que señala que los cambios estacionales de hora pueden generar ahorros marginales y que no hay certeza de que todos los Estados miembros se beneficien de ellos. Además, afirma que si bien puede haber ahorros de energía en la iluminación, no es tan evidente que ocurra lo mismo con la calefacción, e incluso podría aumentar su consumo.

El IDAE admite que los resultados de este informe son difíciles de interpretar debido a factores externos como la meteorología y el comportamiento de los usuarios.

Por lo tanto, afirma que en el contexto actual existen mecanismos más relevantes que el cambio horario para lograr ahorros energéticos, como la sustitución de luces y dispositivos por alternativas más eficientes, asegurarse de tener la potencia contratada y la tarifa eléctrica adecuadas, y adoptar pautas de ahorro en el hogar y en las empresas.

El debate sobre el cambio de hora en la Unión Europea comenzó en 2018, cuando la Comisión Europea realizó una consulta pública en la que más del 80% de los ciudadanos que participaron se mostraron a favor de poner fin a los cambios de hora.

A pesar de este resultado, la falta de consenso entre los Estados y las evaluaciones de impacto retrasaron la posible eliminación del cambio de hora. Aunque la Comisión Europea aprobó la eliminación, la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo decidió retrasarla, lo que permitió a los países tener más tiempo para decidir si mantendrían el horario de verano o el de invierno.

Las disposiciones sobre el horario de verano se adoptaron por primera vez en Europa en 1980, y desde el año 2000 se establecieron las reglas para su inicio en marzo y su finalización en octubre mediante la mencionada directiva. El cambio de hora comenzó a generalizarse en 1974, como resultado de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación. Desde entonces, se ha renovado cada cuatro años.

De momento, según una orden ministerial publicada en marzo de 2022, el cambio de hora continuará al menos hasta 2026, con la última madrugada de octubre marcando el inicio del horario de invierno y la última madrugada de marzo marcando el inicio del horario de verano.