El Hospital General Universitario de Ciudad Real ha sido galardonado con el prestigioso premio Angels Diamante, otorgado por su destacada atención a pacientes con ictus, considerado el más alto reconocimiento en estándares europeos de calidad en este ámbito.
Los premios ESO-Angels reconocen a hospitales con un equipo especializado en el tratamiento del ictus que cumplen con los estándares de calidad europeos, garantizando así una atención excepcional para los pacientes. Estos estándares son certificados por la European Stroke Organization (ESO), asegurando el bienestar de quienes reciben atención en estos centros de salud.
El Gobierno regional ha anunciado que los certificados oficiales serán entregados tanto a nivel nacional en el Congreso Anual de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica 2024 en Valencia, como a nivel internacional en el Congreso de la European Stroke Organization 2025 en Helsinki, Finlandia.
En el Hospital de Ciudad Real, se cuenta con una unidad especializada en ictus y un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de distintas áreas, como Urgencias, Radiología y Neurología, que garantizan una atención especializada y de calidad desde el primer momento.
Para lograr este reconocimiento internacional, la unidad de ictus debe cumplir con estrictos parámetros de calidad establecidos por el registro RES-Q, plataforma que evalúa la calidad asistencial de estos servicios y los compara con otros hospitales de nuestro país.
Los datos del primer semestre de 2024 recogidos por el personal de Enfermería de la Unidad de Neurología del Hospital General Universitario de Ciudad Real muestran una alta calidad en el circuito de atención a pacientes con ictus, obteniendo la máxima puntuación en los siete ítems evaluados.
La unidad de ictus es un dispositivo de cuidados agudos no intensivos destinado a pacientes con esta patología, que en el hospital de Ciudad Real cuenta con cuatro camas y está atendida por personal altamente capacitado. Se prioriza un diagnóstico y tratamiento precisos, así como la rehabilitación funcional y social del paciente de manera temprana.
La eficaz coordinación multidisciplinar y la atención continua han demostrado mejorar significativamente la morbilidad y la mortalidad de los pacientes con ictus, tanto isquémico como hemorrágico, con el respaldo del máximo nivel de evidencia disponible en la actualidad.
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