La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reiterado su confianza en que, a pesar de que el Senado pueda rechazar la senda de déficit, el Gobierno tiene seguridad jurídica para poder elaborar los Presupuestos de 2024. Esta afirmación se produce en el marco del anuncio de convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para informar a las comunidades autónomas sobre los objetivos de estabilidad que se utilizarán como referencia para la preparación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año. En este órgano participan tanto el gobierno central como los gobiernos autonómicos, y antes de la aprobación de la senda de estabilidad, se debe emitir un informe previo que también se tiene en cuenta para la elaboración de los presupuestos regionales.

El CPFF se reunirá el mismo día en que finaliza el plazo para que los distintos centros gestores de los Ministerios presenten sus propuestas para el proyecto presupuestario ala Dirección General de Presupuestos. El Gobierno tiene la intención de llevar esta ley al Congreso lo antes posible, aunque si no hay nuevos presupuestos antes del 31 de diciembre, será necesario prorrogar los del año en curso hasta que se puedan aprobar los de 2024.

Según la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el Gobierno debe aprobar en Consejo de Ministros tanto el límite de gasto no financiero (techo de gasto) como los objetivos de estabilidad presupuestaria, previo informe del CPFF, antes de presentar el proyecto de presupuestos públicos en las Cortes. Estas últimas deberán aprobar o rechazar los objetivos propuestos por el Gobierno, los cuales deben estar en línea con las normas fiscales europeas que se han suspendido durante la pandemia.

En esta ocasión, existe incertidumbre sobre lo que ocurrirá en el Senado, ya que el Partido Popular tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta y podría rechazar los objetivos de déficit y deuda que acompañan al techo de gasto. No obstante, el Gobierno insiste en que cuenta con seguridad jurídica para redactar las cuentas públicas incluso si el Senado rechaza la senda de estabilidad.

La última vez que esto sucedió fue en 2018, cuando el PP rechazó en el Senado el techo de gasto propuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez para el año 2019. En aquella ocasión, el Ejecutivo utilizó la referencia de déficit y deuda previa para presentar el proyecto presupuestario, el cual fue finalmente rechazado por el Congreso (el Senado no tiene poder para vetar el proyecto).

En la actualidad, sin embargo, el escenario es más incierto, ya que las reglas fiscales europeas han sido suspendidas desde 2020 y no existen objetivos fijos de ejercicios anteriores recientes. Sin embargo, se utilizan referencias orientativas en los cuadros macroeconómicos del año anterior y en los planes presupuestarios enviados a Bruselas.

En conclusión, el Gobierno confía en poder elaborar los Presupuestos de 2024 a pesar de las posibles dificultades en el Senado, argumentando que cuenta con seguridad jurídica para hacerlo.