TOLEDO, 6 Oct. La Dirección General de Salud Pública y el Instituto de Investigación de Estudios Cinegéticos (IREC), dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha, (UCLM) han unido fuerzas en un convenio de colaboración para fortalecer la vigilancia entomológica relacionada con las enfermedades transmitidas por vectores.

La firma de este acuerdo ha estado a cargo de Laura Ruiz, como directora general de Salud Pública, y Ángela Gonzalez, como Vicerrectora de Innovación, Empleo y Emprendimientos de la UCLM, según ha comunicado la Junta a través de un comunicado.

Gracias a este convenio, se está llevando a cabo un estudio de muestreo de los principales vectores de riesgo para la salud pública (mosquitos Cúlex y Albopictus, y en una segunda fase, garrapatas) que permitirá mantener actualizados los niveles de riesgo en nuestra región y tomar las medidas preventivas necesarias en base a los riesgos detectados.

Esta coordinación ha permitido una rápida respuesta ante el primer caso detectado de Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo en nuestra región, demostrando la importancia de estos planes para mitigar el impacto del cambio climático en la salud de la población.

Las enfermedades transmitidas por vectores, especialmente mosquitos y garrapatas, están emergiendo en Europa y en España, siendo el cambio climático un factor crítico en su expansión.

El riesgo de enfermedades como la Fiebre del Virus del Nilo Occidental o la Fiebre Hemorrágica Crimea Congo se extiende debido a este fenómeno, lo que obliga a las comunidades autónomas a desarrollar planes de vigilancia y control frente a estas enfermedades de manera coordinada entre las distintas administraciones responsables.

En Castilla-La Mancha, se ha implementado el Plan Regional de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, coordinado desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, con la participación de diferentes administraciones e instituciones regionales.

Al finalizar la reunión, también se ha firmado un convenio de colaboración para el programa de vigilancia de la rabia animal en la región, demostrando el compromiso con la salud pública y la prevención de enfermedades transmitidas por vectores en Castilla-La Mancha.